Interferencias parentales

Interferencias parentales

Interferencias parentales:

Dejemos a los hijos al margen del conflicto.

El modelo tradicional de familia viene experimentando grandes cambios en los últimos años. Actualmente el número de divorcios se está incrementando de manera exponencial respecto a la última década.

Teóricamente, esto no debería obstaculizar el derecho fundamental del menor de mantener afecto y vínculo emocional con sus progenitores, sin embargo en la práctica este hecho no está garantizado.

Existen situaciones en las que uno de los padres no está por la cohesión e interfiere en las relaciones de su hijo con el otro progenitor.

Queremos dedicar esta entrada a las interferencias parentales. Un serio problema que cada vez acapara más consultas y demandas en nuestra Asociación.

Se trata de conductas o comportamientos por parte de uno de los padres que perjudican o interfieren en la relación afectiva de los menores para con el otro progenitor.

Normalmente, el progenitor que tiene la custodia, trata de inculcar en su hijo unos pensamientos y actitudes contra el otro padre que el hijo acaba adoptando como suyos.

El hijo es utilizado como instrumento contra el otro cónyuge, con la intención de impedir, obstaculizar y hasta destruir los vínculos con el progenitor.

En consulta, encontramos con frecuencia, que las justificaciones aportadas por los niños para defender sus posiciones hostiles e irracionales no tienen conexión real con la experiencia verdadera.

Las interferencias parentales tienen consecuencias devastadoras en el bienestar emocional y desarrollo psicológico de los hijos.

Este escenario acarrea en el niño doble sufrimiento, por una parte la separación de sus padres y por otra la obligación de tener que posicionarse. A pesar de que siguen queriendo a ambos padres y sobre todo quieren seguir siendo queridos por ellos.

Como profesionales sabemos que este fenómeno debe ser reconocido y corregido desde el primer momento. La falta de contundencia y lentitud en tomar decisiones, puede agravar el problema y contribuir a que el progenitor que realiza la manipulación perciba esta tardanza como una aprobación a su comportamiento.

Para la correcta evolución de los niños es clave contar con la influencia positiva de ambos padres que los quieren de manera incondicional y lo siguen haciendo después de la ruptura matrimonial.

Nuestra intervención en Asociación Filio se basa en una terapia familiar que incluya una combinación de abordajes legales y terapéuticos y en la que intervenga todo el sistema familiar; padre, madre e hijos. Es conveniente llevar a cabo sesiones individuales (padre, madre e hijo por separado), intervención familiar (padre/madre e hijo) y sesiones conjuntas con ambos padres.

Un divorcio conyugal no debe convertirse en un divorcio paterno-filial, la pareja se acaba, la familia no.

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